Efemérides: a 49 años, un trece de marzo pero del año
1968. El falso Mesías cubano, que por suerte estará
achicharrándose en las calderas del infierno, arruinó una vez más la maltrecha
economía cubana con el cierre de miles de pequeños comercios privados.
Cafeterías,
bares, carritos de fritas, panaderías, fondas de comidas económicas de barrio
muchas de ellas de chinos, bodegas muy bien surtidas, los carretilleros
vendedores ambulantes con sus ricas frutas, limpiabotas, afiladores ambulantes
de tijeras, puestos de jugos de frutas naturales bien fría para saciar la sed
del fogoso sol cubano, puestos de chinos con sus ricas frituritas, los
tamaleros con sus simpáticos pregones, que decían: tamaleeees, chicharritas
chicharrones, mariquitas “papitas fritas,” vendedores ambulantes de maní, entre
ellos uno muy famoso con el mote de Asetolia que decía: el que no usa carbón y siempre están caliente,
guaraperas, refrescos que se preparaba con agua efervescentes también muy
sabrosos, como los cubanos les ponemos nombre a todo a dichos refrescos les
llamábamos refrescos de soda. ¿Se acuerdan de la calle monte cómo se ponía la
víspera de los Reyes Magos? No se podía dar un paso desde por la mañana hasta
el día siguiente a las 6 o 7 de la mañana ECT.
Bien, el falso Mesías nos privó de todos esos
beneficios.
Ejemplo: la Navidad tiempo comprendido
entre Nochebuena y la festividad de los Reyes Magos, amén de los homenajes que
les rendíamos a nuestros mártires de la Gesta Gloriosa de la Guerra de Independencia
contra la Colonización española. Unos de Fiesta, otros de Duelo. De los cuales el falso Mesías privó al pueblo cubano valga la redundancia, ocasionando
un gran descontento. Pero solo quedó en eso, “un gran descontento”.
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