La tiranía imperante en Cuba les ha prohibido vender a
los cuentapropista los recambios de plomería, y a las mujeres “vender ropas que
no sean confeccionadas por ellas”. Los primeros vendieron sus carros,
motocicletas y cuanto de interés tenían para invertirlos en dichos
establecimientos de recambio para su venta. Y ahora perdieron güiro, calabaza y
miel.
Y las mujeres que vendían ropas extrajeras. Nanay de
la China. Tienen que ser confeccionadas por ellas. ¿¡Y de dónde sacan los
materiales para su confección!?
Ya empezaron a sacar las uñas los tiranos, porque aquí
no para la cosa. La bola pica y se extiende… Y los cuentapropistas que no sean
pinchos quedarán como el gallo de Morón. Sin plumas y cacareando.
Les invito a leer en este blog: ¿CUÁNTAS VECES SE CAPA
UN CERDO?
UNA NUEVA CRIBA , COMO EL PLAN MACETA EN LOS 80 , EL CUBANO NO ESCARMIENTA Y CREE DE NUEVO EN LOS ASESINOS , POR ESO LA HISTORIA SE REPETIRA MUCHAS VECES , BUEN ARTICULO SR HUMBERTO .
ResponderEliminarLo comparto, muy bueno esto!!!!!
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