No se lamenten más, que el comunismo está invadiendo a
Miami. Claro, y al mundo entero. Pero es
nuestro deber aleccionar a nuestros hijos de las maldades del Comunismo, porque
los comunistas son como el zorro, muy
astutos y persistentes. Su mejor caldo de cultivo es la juventud. Con
este testimonio lo corroboro.
Por Roberto Ampuero, publicado en “El Mercurio” de
Chile el pasado 8 de septiembre, y en Nuevo Acción el 1 de octubre.
Roberto Ampuero: "...como militante comunista en
la adolescencia quiero pedir perdón a mis compatriotas porque entre 1970 y 1973
desfilé por las calles convencido de que a la democracia de Chile había que
arrojarla por la borda..." y entre otras cosa muy interesantes continua su
testimonio:
“Mi rechazo lo mantengo hasta hoy, tras haber vivido
en países socialistas (1973-82)”
Adelante y
menos lamentaciones. Creo modestamente que mis consejos son la mejor forma de frenar el Comunismo
Internacional.
Del escrito que a continuación voy a publicar, sé que no
es nada nuevo para ustedes. Mi intención es que lo copien y se lo hagan saber a
sus hijos para que por lo menos tengan una idea de lo dañino que es el
Comunismo. Porque los comunistas no duermen, se encuentran en colegios,
parques, centros de ocios y hasta en los Kindergarten (Jardín de infancia).
¿Qué es el Comunismo?
Es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia
y la prédica a la envidia. Su virtud inherente es la distribución igualitaria
de la miseria.
El Comunismo destruye, jamás construye, excepto
maldad, envidia, sed de venganza y odio. Son seres que odian a la democracia. Ustedes
creen que “existe una relación directa entre comunismo y corrupción”, yo diría
que se lo pregunten al pueblo de Cuba, no a todos, sino al pueblo de a pie. El
Comunismo es una doctrina por naturaleza bárbara, se pierden todas las
libertades, las de expresión, las judiciales, los derechos humanos, le niega al
hombre el fruto de su trabajo, en fin, todos nuestros derechos. En las cárceles
se practica todo tipo de torturas inimaginables: golpizas, ejecuciones, abusos
sexuales, descargas eléctricas, inmovilización, en posturas incómodas, comidas asquerosas en
mal estado… Cuando el Comunismo, como en el caso de Cuba, hace cambios
cosméticos, es como el camaleón, que cambia de color no porque haya cambiado su
propósito, sino su disfraz para engañarnos mejor. El Comunismo no cede nada en
las negociaciones que no les sean favorables. Los muy cínicos dicen: “Dentro de
la revolución todo, fuera de la revolución nada.” El comunismo desprecia al pueblo y los
utilizan como esclavos para obtener mano de obra barata. Los países comunistas cuando
los combaten como la invasión de Bahía de Cochino, Playa Girón. En Cuba, instalaron
unas ametralladoras antiaéreas en las azoteas de los colegios obligando a los
padres que mandasen a sus hijos a clases. Dice el refrán, de muestra con un
botón vale. Pues bien, aplicando el refrán: en el Colegio de Primaria “Carlos
Manuel de Céspedes”, en Diez de Octubre y Coco, Santos Suárez, instalaron una
de esas antiaéreas.
Son unos viles canallas, aparte de cobardes, cogen de
escudo humanos a mujeres, ancianos y niños.
Los comunistas no se preocupan por la alimentación del pueblo, pero se
gastan millones de dólares organizando
propaganda para sus fines políticos. Especialmente el Tirano Mayor, que con
maldad y mentiras ha destruido un país completo y se ha hecho dueño absoluto de
todo o lo poco que queda de él. Los comunistas estimulan la violencia, los
asesinatos, crean macabras organizaciones. Pero la más perversa de todas,
aunque no quiero decir que las demás no lo sean, son los comités de defensa de
la tristemente mal llamada revolución. Sin ellos, que por no dejar de chivatear
chivatean hasta su propia familia, ni con sus tres Ejércitos podrían mantenerse
en el poder la tiranía cubana.
Para terminar, porque de seguir no tendría límite para
contar tanta maldad, el Comunismo es un arma de destrucción masiva más potente
que una bomba atómica.
Nota;
Este escrito lo ilustro con la imagen del Diablo en
cuerpo de mujer ya que él se presenta de cualquier forma para engañar. Como lo
hizo con sus seguidores. Ahora enfermo y
al borde “de la fosa” nos deja una Cuba destruida.
MUY BUEN ARTICULO.
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