¿Qué te pasa compay Liborio?
Te veo muy pensativo…
Hola Chanito jajaja. Tienes
razón, estoy pensando en cómo cambian las cosas, compay Chanito, y el daño que
le han hecho a nuestra Cuba.
Nadie es capaz de imaginarse el daño tan
grande que la tiranía cubana nos ha hecho. Pero yo te lo contaré. Últimamente
estoy oyendo que el tirano mayor no se acaba de morir. Parece que muchas
personas esperan que con la muerte de ese asesino Cuba por fin sea liberada,
pero ¡¡se equivocan!! Si dicho engendro hubiese muerto cuando enfermó, podría
haberse dado el milagro de una sublevación y Cuba sería liberada. Pero en estos
momentos esos canallas lo tienen todo previsto, y el día que ocurra su deceso
continuará una dinastía. Esto es una opción, pero la otra es la siguiente.
Dios quiera esté equivocado, Chanito, y
de verdad ocurra el milagro de la tan ansiada liberación. Pero, aunque así sea,
Cuba no será lo que era por lo menos en 30 ó 50 años. Ya que de nada vale que
se restaure lo que esa caterva ha destruido. No diré que es una obra fácil pero
estoy seguro de que se logrará, y en corto plazo. Lo difícil sería restaurar a los hombres nuevos, los cuales han
sido víctimas de un brutal adoctrinamiento desde muy temprana edad que tanto daño le han hecho, inculcándoseles esos
brutales y despiadados ideales de un asesino como lo fue El Argentino. Tienen
que pasar por lo menos tres generaciones para que surja una juventud bien
educada y que respete al prójimo. De lo
cual todos esos hombres nuevos carecen, pues sólo piensan en la maldad. Por esa
razón digo “el daño que nos han hechos eso tiranos”. Sé que mi comentario a
todos esos hombres nuevos mencionados no les gustará, pero me importa un bledo.
En mi Cuba, antes del año 1959, existía respeto. Cierto es que discutíamos de
política y cada cual opinaba distinto y hasta nos fajábamos pero solo de
palabras. Cuando terminaban las tertulias nos tomábamos una cerveza y todos
éramos muy buenos amigos, y jamás nos peleamos por la política. El cubano era
alegre, trabajador, no éramos agresivos, salvo algunas excepciones, también
existía el pícaro que trataba de vivir del cuento, pero eran los menos, etc.
Hoy, por el contrario, no. La gente está muy agobiada y siempre está a la
defensiva sin darse cuenta de que se han vuelto muy agresivos.
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