Buenos días
compay.
Hombre de Dios, hace días que no te veo. ¿Dónde te metes?
Pues sí Chanito, estas gentes no tienen
vergüenza. Ahora después de haberme pisoteado todo lo que han querido y más, me
piden ayuda. Pero nada, esto es Cuba Chanito, oye esto.
¡¿…!?
1 – El maestro: Cómo le explico a los niños, que han sido víctimas de tantos adoctrinamientos inculcándoles tanto odio, que si los yanquis ahora no son malos, que ahora somos amigos de los americanos, que los de la mafia cubana en Miami ya no existen, que ahora somos hermanos… Y no solo eso, ustedes saben que los niños preguntan mucho, y cuando me pregunten: ¿por qué antes eran esa gentes tan malas y ahora no, profe? ¿Qué les digo?
¿entonces
ahora los niños no serán comunistas?
Si hombre,
aquí todo seguirá igual de momento. Pero espera, que hay más.
La verdad
que yo tengo que pasar por aquí más a menudo. Usted sabe mucho y me entero de
todo. Cuente, cuente compay.
¡Pero no me
interrumpas Chanito! Te sigo leyendo.
2 – Anónimo. Seguridad del estado. Jefe
de las brigadas de Respuesta Rápida: Cómo le explico a esos salvajes que en los
actos de repudio no se les pude gritar gusanos, traidores financiados por la
mafia americana tampoco, Cuba si yanquis no, lanzar excremento humanos dentro de las casas, chapapote,
romper puertas, ventanas y menos
agredirlos por si acaso lo están filmando. Cuando se enteren que ya no pueden
disfrutar de tanta maldad, esos salvajes
que yo organice, son capaces de lincharme. ¿Qué hago?
3 – Jefe chivatón de los C.D.R. después
de tanto años denunciar (chivatear) que en los quinces se tocaba música de Los
Beatles, José Feliciano, Roberto Carlos. Solo podían amenizar sus fiestas con
música cubana, pero no de los exiliados en Miami. Cuando llegaba la policía le quitaban,
entiéndase (robaban), toda esa música grabada, ver como exhiben descaradamente
la bandera americana, después de decir en todos los actos que se reunían los
chivatos de cada cuadra, que la culpa de todos nuestros males la tenían esos
gringos americanos, cuando les hacíamos los inventarios de los gusanos que se
marchaban, cuando le sellamos las casas no cerrábamos la puerta trasera o
ventanas y entrábamos por ellas robando todo lo que podíamos y mucho más. Ya
estamos tan desprestigiados que nadie nos respeta. Ni las guardias quieren
hacer, y lo peor de todo es que hemos hecho tanto daño, que temo por mi vida.
Saben la cantidad de montones de presos y fusilados por nuestra chivatería.
¿Qué hago?
Y dicen que todos los dirigentes del
resto de esas despreciables organizaciones ya tienen las maletas preparadas por
si las moscas.
Nada, que dejan solos a su suerte a los
chivatos, esbirros y sicarios. Pasó lo mismo con los apapipios de Machado y los
casquitos de Batista. La historia se repite. Que no escarmientan Chanito…
Que bueno está eso jajajaja a estas gentes se le puede aplicar aquel dicho
que dice: a correr pericos liberados.
Jajajaja no Chanito, el dicho es: a correr liberales del perico. ¡¡Tienes cada cosa!!
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buenisimooooo .
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