EN CUBA...

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Cuba. Nos llegaron chinos y japoneses, para establecerse, ciudadanos suecos, Mejicanos, franceses e incluso norteamericanos. ETC. querían probar suerte. Fundaron Camagüey al que llamaban Puerto Príncipe. Desde esa isla también nos llegaron Leonor Pérez y Mariano Martí, los padres del apóstol, y muchos, muchos más.

A principios del siglo XX llegaron todos mis bisabuelos, cada uno “por su lado”, y aquí se unieron y crearon sus familias, que era una manera de instituir la nación. Se creó la Habana, Matanzas, las Villas y Oriente. “Pinar del Rio” surge después.

Muchos querían hacer el viaje, soñaban con echar anclas en la isla. 

Tras el “triunfo” de la mal llamada revolución, que usurpó nuestra Isla el primero de enero de 1959 lo destruyeron todo, ya nadie quiso hacer largas estancias en esta isla; solo unos días de turismo y sexo, y luego la vuelta, el regreso al lugar de origen. Este canalla comunista despertó también, como nunca antes, los deseos de hacer huir al pueblo buscando libertad. Sin regreso, aunque no consiguieran emprender la travesía en un barco grande.

A los cubanos una balsa les resulta suficiente, incluso unos neumáticos bien inflados, un camión hasta una máquina para emprender un viaje sin regreso, un viaje para conseguir un futuro próspero.

Y sobre todo ser libres.