martes, 30 de julio de 2013

AQUÍ PAZ Y EN EL CIELO GLORIA...



Hasta ahora yo no he hecho comentario del barco Norcoreano apresado en el canal de Panamá. Presuntamente, y digo presunta porque nadie es culpable hasta que sea juzgado y se demuestre lo contrario, aunque en este caso los cogieron in fraganti  con contrabando de armas nucleares y una serie de armamentos bélicos, porque sé que todo va a quedar en agua de borrajas, de igual forma que ha quedado a lo largo de 54 años los actos de terrorismo cubano. Porque la mayoría de los medios de comunicaciones del mundo proyectan a esos tiranos en una dimensión distinta a la realidad que ha conllevado a la destrucción de un país. Como magníficos dirigentes.

Tan es así que con la desfachatez que les caracteriza, aunque este hecho de gran relevancia protagonizado por Corea del Norte y la tiranía Cubana con revelaciones y nuevos datos en los medios informativos Internacionales, no han vuelto a hacer más comentarios al respecto. Como si nada hubiese ocurrido, aquí paz y en el cielo gloria. De haber ocurrido estos hechos en la Cuba actual o Corea del Norte ¿Qué suerte hubiesen corrido semejante acto? Si por tratar de salir del país ilegal y secuestrar una lanchita de Regla, aunque ni hechos de sangre hubo, fusilaron a tres jóvenes. Y el contratista Norteamericano Alan Gross, como armas nucleares llevaba algunos celulares, está cumpliendo 15 años de cárcel. Bueno, yo os diré lo que harían los tiranos cubanos. Después de apropiarse todo lo de valor, llevarían a dicho barco para alta mar y lo harían volar con toda su tripulación y después estarían cacareando cuanta mierda pudieran por mucho tiempo. A los tiranos cubanos solo les falta para superar a los más sanguinarios asesinos imitar a Mandela y su esposa Winnie en su época de terrorista con los hechos vandálicos de ponerles neumáticos incendiados colgados al cuello de sus enemigos llenando dichos neumáticos de gasolina y prendiéndoles fuego. Tiempo después, el presidente de Haití Jean Bertrand Arístides, también utilizó ese macabro método de asesinar a los opositores y le puso por nombre “El collar”. Bueno, mejor me callo para no darles ideas a los sanguinarios que hoy tienen a Cuba oprimida…              

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